Una serie de vandálicas desdichas
- Andrea Herrero y David Freire
- 9 nov 2016
- 3 Min. de lectura

INCENDIO DEL MONTE BANDERAS DESDE LA PLAZA LEVANTE
(Fotografía por CRISTINA GONZÁLEZ)
San Ignacio, un barrio en el que reina la paz, donde la honestidad de sus vecinos invita a pasear por sus calles llenas de comercios. Un auténtico barrio en el que el vandalismo de aquel Bilbao gris e industrial desapareció con la iluminación en la calle Orixe, la última “zona negra” como describe la dueña del comercio Vanaan, Emilia Pérez Murillo. Pero, ¿está sufriendo San Ignacio una regresión? En las últimas semanas han sido frecuentes la quema de vehículos, contenedores e incluso el incendio del monte Banderas, que tuvo en vilo a toda la ciudad de Bilbao. ¿Qué está sucediendo?
El 24 de octubre, Izaskun Inunciaga informaba a través de su Facebook que unos vándalos habían hecho unas pintadas en los vehículos que usa como medio de transporte y de los que, además, depende su trabajo. No sólo roban y pinchan ruedas sino que, además, como no hay paredes, ´decoran` los vehículos de trabajo. “Lo hacen para creerse los más guais del barrio sin pensar en la faena que te pueden hacer o ponerse en el lugar de la otra persona”, piensa Izaskun. Pero no sólo ella se queja del vandalismo callejero, en las redes sociales más residentes, el grupo público de Facebook No eres de sani si no... muestran su descontento, su miedo y el apoyo a sus vecinos.
Al día siguiente, el 25 de octubre, un total de seis vehículos sufrieron daños tras registrarse, durante la madrugada, un incendio en cinco contenedores, según informaron fuentes del Departamento Vasco de Seguridad. Como consecuencia de este hecho, estos seis vehículos fueron alcanzados por las llamas y sufrieron daños graves. Tras la extinción del fuego por parte de los bomberos, los contenedores quedaron calcinados, al igual que uno de los vehículos. El desconcierto de los vecinos era evidente: “Qué pasa últimamente…” se pregunta Leire González, vecina de San Ignacio.
El fuego no daba tregua. Sólo un día después, el 26 de octubre, el cielo se volvía de color rojizo a consecuencia del incendio del Monte Banderas, cuya causa se desconocía. Entre los vecinos del barrio se comentaba que si sería un pirómano, si el fuego estaba bajo control, si el viento lo habría descontrolado, y demás teorías entre los residentes. María Eva Salcedo Juárez mostraba su descontento y su pena: “Para echarse a llorar. El ser humano… el único lo suficientemente estúpido como para destruir lo que se necesita para vivir, repito, para echarse a llorar”. La investigación determinará el verdadero origen del incendio que, afortunadamente, quedó en un susto.
Tras unos días de calma, el pasado 6 de noviembre, San Ignacio amanecía con más síntomas de delincuencia en sus calles. La más afectada fue la Plaza Levante, donde se rompieron y tiraron barandillas y se destrozaron papeleras. En La calle Cataluña se ensañaron con los cristales del cajero de la BBK. Los vecinos ya no pueden más, no entienden qué pasa y por qué no se pilla a estos vándalos que están destrozando su barrio. Loli Marques, usa las redes sociales para mostrar su descontento y dice que no sabe hasta dónde va a llegar este tema.
El desconcierto de los vecinos está a flor de piel ¿cuándo va a acabar esto?, ¿cuánto más tenemos que aguantar?, y la policía, ¿dónde se mete?. Los agentes de seguridad afirman que son casos aislados y puntuales, no ven que el vandalismo haya aumentado. Muchos son los que han dado como solución la vuelta de la comisaría al propio barrio, que aporte más vigilancia a sus calles. Mientras tanto, los habitantes intentan volver a la normalidad, pero con el temor de que puedan ser cualquiera de ellos los siguientes afectados.
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